El Papa Francisco reconoció este sábado su "vergüenza" y "sufrimiento"
ante "el fracaso" de la Iglesia por no haber afrontado de forma
adecuada "los crímenes innobles" del clero en Irlanda, durante su
discurso ante las autoridades políticas y civiles de este país.
En un discurso pronunciado, el pontífice abordó el tema más espinoso de su visita de dos días a ese país con motivo del IX Encuentro Mundial de las Familias.
Considerando la realidad de los más vulnerables, no puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y educarlos". Papa Francisco
Además, reconoció que el "fracaso" de las autoridades
eclesiásticas como los obispos, los superiores religiosos, sacerdotes y
otros, al afrontar de manera adecuada estos "crímenes repugnantes", ha
suscitado "justa indignación", y sigue siendo "causa de sufrimiento y
vergüenza para la comunidad católica".
Por último, aseguró que él mismo vive el sufrimiento y la vergüenza antes de recordar que ya su predecesor, Benedicto XVI,
no escatimó palabras para reconocer la gravedad de la situación y
solicitar que fueran tomadas medidas "verdaderamente evangélicas, justas
y eficaces" en respuesta a esta “traición de confianza”.
Se reúne en privado con ocho víctimas de abusos en Irlanda
Más tarde, el Papa Francisco se reunió en
privado durante una hora y media, en la sede de la nunciatura apostólica
en Dublín, Irlanda, con ocho víctimas de abusos sexuales cuando eran menores.
La reunión fue dada a conocer por la sala de prensa del
Vaticano con una breve declaración, sin dar detalles sobre lo dialogado
entre el Papa y los sobrevivientes de abusos del clero, de religiosos e institucionales.
La nota confirmó la presencia de Marie Collins, una
mujer que padeció los ataques de un sacerdote cuando era adolescente, y
que fue elegida como miembro de la Comisión para el Cuidado de los
Menores del Vaticano años atrás, pero renunció al denunciar falta de
voluntad de los colaboradores del pontífice.
Con ella estuvieron presente los sacerdotes Patrick McCafferty y Joe McDonald; el consejero de la ciudad de Dublín Damian O’Farrell; Paul Jude Redmond, Clodagh Malone y Bernadette Fahy, mientras que otro sobreviviente, víctima del padre Tony Walsh, prefirió permanecer anónimo.
El encuentro fue cordial y gentil”, revelaron
en un comunicado público Redmond y Malone, quienes entregaron al Papa
una carta en la cual mencionaron que durante décadas, unas 100 mil
madres menores fueron obligadas a separarse de sus hijos dados a luz en
institutos religiosos.
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