MÉRIDA, MX- Agrupaciones indígenas de la península de
Yucatán expresaron su oposición al proyecto del Tren Maya, que este fin
de semana será sometido a consulta popular, porque, subrayaron, atenta
contra sus derechos.
En un comunicado dirigido al presidente electo Andrés Manuel López
Obrador, las más de 40 organizaciones civiles hicieron del conocimiento
“nacional, y de la próxima administración pública en lo particular”, que
están atentos al proyecto del Tren Maya desde que se anunció, y a
partir de ese momento lo desaprobaron.
Tras exponer que les “desagrada” porque violenta los derechos
indígenas consagrados en la Constitución, destacaron que esperaban que
con el cambio de administración las comunidades originarias se hicieran
visibles “para la Federación y reconsiderara las formas para intentar
poner en marcha el megaproyecto Tren Maya, pero con desagrado nos
percatamos de que en esta nueva administración la historia no cambiará y
la esperada justicia no llegará a los pueblos indígenas de México”.
De igual manera, adelantaron su rechazo al resultado de la consulta
ciudadana sobre el proyecto, “sea a favor o en contra”, porque “no es
permisible que ninguna persona fuera de la Península de Yucatán pretenda
decidir lo que se puede hacer o dejar de hacer en nuestros
territorios”.
Los inconformes señalaron que “una verdadera consulta” para los
pueblos indígenas debe ser “libre, informada, de buena fe y
culturalmente adecuada, tal cual lo dispone la ley”.
Y resaltaron que el ejercicio ciudadano que se hará el próximo fin de
semana no cumple con ninguno de esos principios, “puesto que el
megaproyecto Tren Maya ya se inició, y prueba de ello es que ya se
tienen, entre otras cosas, presupuestos, licitaciones, trazos y hasta
fecha de inicio, y con nosotros nadie ha convenido absolutamente nada”.
Añadieron: “La única información que tenemos es lo que los noticieros
han transmitido y las filtraciones que nos han llegado; de manera
oficial no hay autoridad alguna que se haya sentado a dialogar con
nosotros, a pesar de que la obra física pretenden asentarla en nuestros
territorios”.
Y “ni hablar de buena fe, ésta no existe. Todo se ha llevado a
nuestras espaldas, y para que sea culturalmente adecuada en primer
término quisiéramos que cualquier decisión que se pretenda tomar sea en
presencia de nuestras representaciones y en nuestros territorios”.
Insistieron que el Tren Maya, como otros proyectos, no acarreará beneficios ni desarrollo regional a las comunidades indígenas.
“No está planeado para nosotros, la gente común; es un proyecto
turístico que sólo beneficiará a los pudientes y a los extranjeros.
Nosotros, los dueños de las tierras, sólo lo veremos pasar, puesto que
las estaciones no están contempladas en la mayoría de nuestros pueblos y
sólo están considerados puntos de interés turístico que ya han sido
copados por los grandes capitales”.
Según los indígenas, a sus comunidades sólo les tocará cargar con la
parte perniciosa del proyecto, “esa situación ya la sufren las
comunidades por donde circula el Tren Chepe y en su caso el desarrollo
aún sigue pendiente, no queremos lo mismo para nosotros y nuestros
hijos”.
Aclararon que no se resisten al progreso, pero están en contra del
beneficio de pocos en detrimento de muchos. “Ya no aceptamos espejos a
cambio de nuestras tierras”.
Los pobladores subrayaron que “desde hoy” rechazan “totalmente” el
megaproyecto Tren Maya, y advirtieron que no permitirán que se violenten
sus territorios y sus derechos.
Asimismo, exigieron que en éste y otros proyectos en los que se
afecte su derecho al territorio, se convoque a los pueblos indígenas
como sujetos de derechos colectivos a fijar su posición frente a los
mismos.
“No es la consulta el fin último, sino sólo un mecanismo para acopiar
y acercar información para estar suficientemente informado y sobre esa
base poder tomar decisiones informadas.
“La consulta no es una simple encuesta que sirva para la toma de una
decisión de aceptar o rechazar el megaproyecto. Lo importante es nuestro
consentimiento en el marco del ejercicio de nuestro derecho a la libre
determinación”.
También demandaron “el respeto total y absoluto de los principios
rectores que rigen la consulta previa, libre, informada, de buena fe y
culturalmente adecuada”, y prohibieron “total y absolutamente” cualquier
tipo de “subasta, autorización, permiso de cambio del uso del suelo o
licencia para el establecimiento del proyecto de servicios sin el
consentimiento” de las comunidades originarias, “antes y después del 1
de diciembre de 2018”.
Reiteraron su “rechazo y repudio” a “todo intento o simulación de
consulta indígena a nuestros pueblos, meramente como requisitos para la
obtención de nuestro consentimiento para la instalación del tren maya
que se pretende”
No hay comentarios:
Publicar un comentario