
La orquesta, de casi una centuria de fundada e
integrada por mujeres, interpretó un repertorio de géneros caribeños como el
son habanero, el son montuno, la guaracha, el bolero, el punto cubano, la
timba, el guaguancó (del famoso complejo de la rumba) y versiones
“acaribeñadas” de canciones célebres mexicanas de Consuelo Velázquez y Juan
Gabriel.
El público chetumaleño pudo disfrutar de la
actuación de esta orquesta fundada el 17 de febrero de 1932 por Concepción
Castro y sus hermanas Alicia, Ada, Xiomara, Algimira, Caridad y Olga; que en
sus inicios fue el primer sexteto femenino de son y causó furor en el café
habanero “El Dorado” al cantar son, un género discriminado por la inculta
burguesía criolla.
La actuación en Chetumal demostró la calidad de
estas artistas con gran dominio del canto, el baile y la ejecución musical, así
como del espíritu festivo que hizo danzar a los espectadores en una larga noche
de comunicación sensible, que puso de manifiesto la caribeñidad profunda donde
se enraíza el mestizaje artístico y colorido de esta alargada cuenca.
Noche memorable en la que se escucharon
composiciones melódicas de Miguel Matamoros, Polo Montañés, José Ramón Sánchez,
Lino Frías…; y donde se hizo una demostración magnífica del tres, instrumento
clave en la conformación del son cubano, nacido en las montañas el oriente
cubano, en la misma región donde iniciaron todas las guerras de independencia
insular.
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